En utilizar una forma sencilla pero que ha llevado más de dos años de estudio y pruebas para colocarla correctamente y hacer que cree fuerzas complejas durante la natación que provoquen acciones sorprendentes: un agujero.
Durante años, el departamento de diseño de la marca Seaspin trató de diseñar un modelo que cumpliera con los altos estándares exigidos por la marca y que se diferenciara de la forma clásica del "nadador". Sin embargo, ninguno de los diversos modelos considerados tenía la misma calidad de innovación, características de natación y eficiencia de captura que el Toto. Con la creación de este artificial, precisamente por su singularidad estética, pero sobre todo por lo que representa en términos de técnica, el listón del diseño de la última generación de cebos duros se ha elevado considerablemente. En este caso, el estudio de diseño se ha alejado del patrón naturalista de imitaciones de colores o formas similares a las reales, para ir en busca de nuevos perfiles y superficies que sean funcionales al movimiento que queremos que tenga lo artificial en el agua. ¿En qué consiste toda esta innovación? En el uso de una forma sencilla, pero que ha llevado más de dos años de estudio y pruebas para colocarla correctamente y hacer que cree fuerzas complejas al nadar que provoquen acciones sorprendentes: un agujero. Para diseñar correctamente las superficies, especialmente las de la zona que rodea al agujero, llamémosla "cámara del agujero", decidimos utilizar programas dedicados a la mecánica estructural y a la dinámica de fluidos que nos ofrecieran la posibilidad de simular diversas configuraciones relacionadas con el comportamiento estructural del artificial. (Foto de los flujos hidrodinámicos con este pie de foto: "la imagen muestra la intensidad de las fuerzas ejercidas por los flujos hidrodinámicos en el interior de la cámara de agujeros en diferentes colores") Ciertamente no hemos sido los primeros en poner un espacio vacío dentro de un artificial, pero hemos querido utilizar las superficies que lo forman para obtener unas características difíciles de comparar con otros modelos del mercado. Los dos avellanados laterales asimétricos se utilizan para canalizar una mayor cantidad de agua en la cámara del orificio, lo que se aprovecha para obtener cuatro resultados distintos:
1) Presión sobre las superficies curvas que forman la parte posterior de la cámara del orificio, lo que provoca movimientos laterales que aumentan el meneo del artificial.
2) Fuerte turbulencia tanto en el interior del complejo sistema de la "cámara de perforación" como en el exterior debido a los bordes afilados que forma con la superficie exterior del artificial. Gracias a esta turbulencia, el artificial crea un tubo de burbujas que se dispersa en el agua, muy superior a las formadas por los poppers "normales".
3) Un freno trasero que frena el señuelo cuando el pescador deja de recogerlo.
4) Mayor control del señuelo que permite una acción de subcamino muy suave.
