Elimina los depósitos de las válvulas de inyección y admisión, de las bujías y de la cámara de combustión, evitando que se vuelvan a formar.
Mejora el funcionamiento del motor.
Elimina los arranques difíciles y hace que el motor vuelva a funcionar con suavidad.
Reduce el consumo de combustible y la emisión de sustancias nocivas.
Área de uso:
Para todos los sistemas de inyección y carburación de los motores de gasolina.
Se añade al depósito de combustible para solucionar problemas o como medida preventiva.
500 ml son suficientes para 250 l de combustible.
Un dispensador completo de 25 ml es suficiente para 12,5 l de combustible.