La presencia de agua en el depósito provoca los siguientes problemas: corrosión, mala combustión, aceleraciones bruscas, dificultad en los arranques en frío, pérdida de rendimiento. El dispersante de agua BARDAHL resuelve todos estos problemas.
Está formulado para todos los motores de gasolina y diésel, normales o turbo comprimidos.
Producto sin plomo, compatible con los catalizadores.
Una botella por cada 60 litros de capacidad del depósito.